Internet está que arde con la nueva relación, ahora confirmada, entre la cantante y compositora Taylor Swift y la estrella de los Chiefs Travis Kelce. A pesar del abultado salario de Kelce en la NFL, el patrimonio neto de Swift supera al suyo en casi 25 veces.
Las relaciones heterosexuales en las que las mujeres ganan más que sus parejas son cada vez más frecuentes. En todo el mundo, el 40% de los hogares tienen una mujer como principal sostén económico; en 1960, esta estadística se situaba en torno al 13%.
Aunque este cambio es prometedor desde el punto de vista del igualitarismo de género, los estudios muestran que esta marcada tendencia podría estar causando todo tipo de problemas matrimoniales y de pareja.
Cómo la disparidad de ingresos puede obstaculizar una relación
Varios estudios realizados en la última década examinaron cómo las disparidades en los ingresos de la pareja pueden afectar a la satisfacción y los resultados de la relación. En general, los resultados son desfavorables para las parejas cuya cabeza de familia es una mujer. La investigación muestra tres formas en las que las relaciones, especialmente aquellas en las que las mujeres ganan más que sus parejas, pueden verse afectadas:
- El engaño y la infidelidad: Un estudio publicado en la revista American Sociological Review reveló que los hombres con parejas que ganaban más que ellos tenían más probabilidades de ser infieles. Por el contrario, las mujeres que ganan más que sus parejas son menos infieles. El autor explicó que un hombre que depende de una mujer puede sentirse amenazado, y la infidelidad podría actuar como un intento de restablecer el equilibrio de poder y equidad en su relación. Por otro lado, la autora explicó que las mujeres que son el sostén de la familia son probablemente más fieles para neutralizar la amenaza que puede suponer que su pareja gane más que ellas.
- Satisfacción en la relación: Un artículo del Journal of Marriage and Family mostraba que la satisfacción en la relación disminuye tanto en hombres como en mujeres cuando se pasa de hogares con dos miembros a hogares en los que la mujer es el sostén de la familia. Sorprendentemente, los autores descubrieron que este efecto sólo estaba parcialmente influido por las actitudes tradicionales en cuanto a los roles de género; incluso los miembros de la pareja que eran progresistas en cuanto a las ideas sobre el cumplimiento de los roles sociales de género se sentían menos satisfechos en una relación en la que la mujer ganaba el pan. De hecho, los participantes se mostraron más satisfechos en los casos de hogares formados por un hombre que ganaba el pan y una mujer que era ama de casa. Esto pone de relieve que, por muy abierta de mente que sea la pareja, los valores tradicionales relativos a los ingresos y la división del trabajo parecen reinar en las relaciones.
- Discusiones y hostilidad: Una investigación publicada en el Journal of Financial Therapy descubrió que las mujeres que ganaban más que sus parejas eran menos propensas a considerar que éstas cumplían sus expectativas en la relación. También se descubrió que estas mujeres utilizaban un lenguaje más hostil y culpabilizador al describir las discusiones con sus parejas y que eran menos propensas a tener una perspectiva de «unión» al afrontar los conflictos en sus relaciones. Los autores explicaron que las distintas posturas de la pareja sobre las expectativas, el reparto de las tareas domésticas, los objetivos y los valores de la relación pueden afectar a las relaciones de pareja.
¿Están condenadas las parejas como Taylor y Travis?
A pesar de los sombríos resultados, una relación que contradice los roles de género como la de Swift y Kelce no está necesariamente condenada. Las perspectivas de estas relaciones se reducen en última instancia a la calidad y el cumplimiento del vínculo entre los propios miembros de la pareja.
En términos de necesidades económicas, de satisfacción y emocionales, la dependencia de una persona hacia su pareja puede influir mucho en la calidad de su relación. Los psicólogos Janae y Barry Weinhold, prolíficos investigadores y escritores en el ámbito de la intimidad y la interdependencia en las relaciones, explican que la dependencia puede desglosarse en estos tres estilos:
Relaciones codependientes: Esto es más que la idea cliché de tener una pareja pegajosa. Una relación codependiente suele implicar que uno de los miembros de la pareja depende excesivamente del otro, hasta el punto de que se pliega a su voluntad con la esperanza de mantenerlo a su lado durante más tiempo, a menudo hasta el punto de que ya no reconoce los límites.