El argentino, Manuel Kogan, nació rodeado de marcos, texturas, y colores. Artista multifacético por definición, su pasión por descubrir materiales nobles lo llevó a transitar una consistente carera artística, destacándose hoy por su mirada cinematográfica aplicada a las vidrieras de locales de venta.
«Cuando trabajo para una marca conecto con el producto imaginando el mensaje que puede transmitir mucho más allá de los maniquíes o cartelería que -a mi criterio- son necesarios para exponerlo, me gusta imaginar una historia que lleve al producto», explica Kogan.
Hijo de la reconocida artista textil Victoria Eguiguren toda su vida estuvo inmerso en a innovación artística y la exploración de materiales y propuestas, quizás por este motivo naturalmente su mirada atraviesa el producto buscando más allá.
En busca de diferenciarse entra tanta información y propuestas, las marcas empiezan a bucear en esta opción con más entusiasmo y allí es donde Kogan se destaca como referente en vidrieras escenográficas.
Lejos de la limitación de mostrar detalles del producto como sus características o precio, el arte de Kogan le agrega el valor de la imaginación e invita a la curiosidad. Será por ello que es el mimado de grandes marcas como Kosiuko, Alcorta, Paramount+, Cosecha Tardía, El Espartano, Mastercard, TikTok, Juleriaque, Levis, Baby Cotton, Ginebra o Furzai.
Dueño de un negocio de muebles a medida en Buenos Aires, cuenta que de a poco se le fue abriendo la puerta de las grandes marcas que recurrieron a él en busca de una mirada disruptiva. «Apliqué desde siempre la creatividad a mis diseños, la interacción con el cliente es clave y decodificar lo que quieren va mucho más allá de las palabras», explica.
«Ya sea para grandes marcas, shoppings o particulares, el trabajo tal y como lo realizo es muy personalizado. Me sumerjo en el mundo de ese objeto para poder construirle un marco, una escenografía que lo represente aun sin estar en la puesta. Se da un intercambio muy nutritivo con los equipos creativos de las campañas, ya que complementamos miradas», continua.
Desafío creativo
Caminar por zonas comerciales hoy es casi ataque visual y muchas veces se torna difícil encontrar hasta algo que se busca. Es ahí donde Kogan trae orden visual, arte y también calma. Su propuesta nunca es poner el objeto de venta en un lugar de no discriminación con todo lo demás: va a buscar hablar sin hablar, mostrar sin mostrar, atraer sembarndo curiosidad, invitando a la pregunta.
La carrera del joven argentino incluye haber trabajado con artistas como Cazzu, Duki y Khea. Tini, Bizarrap, Alan Gomez y Abel Pintos y promete seguir sorprendiendo.