Estos temores extremos pueden surgir por experiencias pasadas o por malas socializaciones. En La Red Zoocial le contamos cuáles fobias podría tener su animal.
Como las personas, los perros pueden sufrir una gran cantidad de fobias. ¿De qué se trata esta reacción? Pues, más que nada, aparecen ante la sensación de miedo desmesurado en circunstancias que suponen un peligro real. Las fobias pueden ser el resultado de la falta de socialización temprana, factores genéticos o cualquier experiencia negativa, de acuerdo a lo que explica una de las cadenas de alimento para mascota más grande de España,
Para detectar que su canino le tiene total repudio a algo, solo basta con analizar sus comportamientos. Si ante un estímulo o determinado suceso, el animal empieza a temblar, babear, ladrar o a tener conductas destructivas y hasta agresivas, podría tratarse de una fobia.
Conozca las cinco fobias que podría tener su mascota, ya que son las más comunes entre los caninos, de acuerdo a lo que explican los expertos de Kiwoko.
- A los ruidos
Puede ser normal que un animal se asuste con un sonido, porque hasta los humanos nos escandalizamos cuando repentinamente suena un petardo o un trueno. Sin embargo, para ellos los fuegos artificiales, las tormentas y, en general, todo lo escandaloso se magnifica, ya que no entienden de dónde viene, por lo que aparece la sensación de estar desprotegidos. - A quedarse solo
Esto puede tomarse como ansiedad por separación y es evidente porque el canino empieza a dañar objetos que ve en su entorno o a ladrar hasta molestar a los vecinos. Si su mascota cuenta con este tipo de comportamiento, cuando usted va a salir de la casa, intente pasar más tiempo con él al aire libre, darle paseos largos y jugar mucho, para que sienta su cariño.
También puede dejar difusores con la copia sintética de la feromona canina, que libera la madre para calmar a su manada. Esto podría colaborar aún más a que su ausencia no sea tortuosa para el animal.
- Al veterinario
Luego de vacunas o alguna revisión que le haya molestado, puede ocasionar un temor profundo a los consultorios veterinarios, pues los relaciona con malas experiencias que no quiere volver a repetir. No obstante, esto se puede arreglar llevando al perro solo para que se familiarice con la consulta sin que pase algo que le incomode. - A los extraños
Esto se nota cuando el perro no se deja tocar por personas que no reconoce y ladra a las visitas. Aunque esta fobia puede ser difícil de superar, porque es complicado enseñar a un perro a aceptar a todas las personas nuevas que se acercan, puede recurrir a un entrenador y él podrá trabajar con su canino de a pocos.
Para evitar esto, es necesario socializar a la mascota desde bebé, para que ce acerque a otras personas y animales por voluntad propia, sin perturbar el ambiente o reaccionar con agresividad.