Un hombre en Puebla se aferró a un lugar reservado, que no debió ocupar desde el principio. Le reclamaron su falta y respondió de la peor forma.
Un hombre en Puebla se negó a ceder el asiento reservado a una mujer embarazada, que además viajaba con otro menor. El incidente, que se presentó en la Ruta U-201, quedó grabado en una cámara de celular. En el video se puede ver cómo los demás pasajeros de la unidad le dicen de manera constante, y con tono molesto, que ceda el lugar. El sujeto se negó de manera reiterativa y lanzó un comentario deleznable: «¿Para qué se embaraza?».
La negativa carecía de todo sentido, pues en el propio lugar estaba enmarcada la leyenda que suele verse en muchos transportes públicos: una etiqueta que señala para qué personas está reservado ese lugar. Mujeres embarazadas, adultos mayores y discapacitados. No es una cuestión de «caballerosidad», un término que está rebasado y que muchos confunden. No tenía que darle el lugar por ser mujer, sino por estar embarazada, una condición que requiere de todos los cuidados posibles.
Lo mismo habría aplicado, como se dice en la etiqueta de manera clara, para un adulto mayor o discapacitado. Pero al sujeto en cuestión no le bastó con su necedad absurda de ocupar ese lugar, sino que también profirió un comentario machista que, lastimosamente, es muy recurrente en este tipo de discusiones. ¿Habría hecho lo mismo al ver a alguien con muletas? Por eso la presión de los pasajeros fue incesante, a un punto en el que la indignación llevó a uno de ellos a retar a los golpes al hombre que se aferraba a su asiento.
De hecho, desde un principio, no debió de haberlo ocupado, porque por algo tienen el nombre de asientos reservados. Sin embargo, tanto en los camiones como en el Metro, en el caso de Ciudad de México, es común que las personas ocupen esos asientos cuando no esté a la vista una persona que lo necesite, a sabiendas de que deben cederlo cuando sea el caso. Esto le pasó por alto al sujeto, que de manera insultante se quedó ahí y encima lanzó un comentario penoso.
Recién el año pasado, en Puebla, se aprobó una reforma para que las unidades de transporte público reserven cierta cantidad de lugares únicamente para mujeres, a fin de evitar el acoso sexual. Aquella decisión del Congreso no cayó bien entra la comunidad de transportistas, pues dijeron que implementarlo volvería más caótica la organización y distribución del pasaje.